¡Hola! Soy Sofia del equipo ATC y hoy quiero platicarte sobre un tema que me parece muy interesante y me ha servido mucho en mi crecimiento personal.
El amor propio no son solo mascarillas y velitas, sino el dedicarnos tiempo y energía a mejorar nuestra persona. Una parte crucial de esto es nuestra mente, ya que tooooodo el día estamos pensando miles de pensamientos, así que, ¿por qué no empezar por darle amor a ellos?
Nuestra vida está llena de creencias que fuimos adoptando desde la infancia y que rara vez nos tomamos el tiempo de cuestionarlas, ya que la mayoría de las veces no somos conscientes del impacto que éstas generan en nuestra vida.
Algunas de ellas nos impulsan a ser nuestra mejor versión y nos invitan a soñar, pero otras, por el contrario, limitan nuestro potencial y nos alejan de todo aquello que soñamos y podría brindarnos momentos increíbles, nos limitan aprendizajes, lindas personas por conocer, experiencias inolvidables y muchas sonrisas.
Pero, ¿Qué pasaría si lo que crees que te limita, realmente es una idea que existe en tu mente y no es una realidad? ¿Qué pasaría si tú tuvieras el poder de decidir lo que crees sobre ti?
Hoy te quiero invitar a que te regales 10 minutitos para reflexionar sobre esto y re-escribas tus creencias.
Aquí te comparto una lista con mis pasos favoritos para empezar a identificar y depurar las que no te están ayudando a ser tu mejor versión para luego cambiarlas por unas que sí te sirvan.
Antes de comenzar, busca un lugar donde te sientas cómoda y no tengas distracciones a la mano, (puntos extra si tienes contigo tu libreta favorita y una bebida deli):
Tómate tu tiempo, se trata de un proceso complejo en el que es importante escucharte, revisar tus pensamientos y permitirte sentir. Aquí te puedes guiar por pensamientos constantes que tengas, tal vez creas que no eres suficiente, que no eres capaz o disciplinada.
Toma nota de creencias sobre tu trabajo, tu imagen, el dinero, las relaciones, etc…
Analiza el por qué en algún momento esa creencia te sirvió y qué intención positiva tuvo en tu vida antes de cambiarla. También es posible que no le encuentres sentido y que sea algo que simplemente heredaste de tu infancia o tu círculo social, lo importante es identificar de dónde viene para poder dejarla ir.
Es momento de agradecerle por el aprendizaje que te brindó a lo largo de estos años.
Reemplaza todas tus creencias limitantes. Piensa en tus sueños, metas, deseos y escribe tu nueva creencia empoderante que soporte tu vida actual. Entre más conscientes las hagas, mayor control tendrás sobre ellas.
Por ejemplo: Decido creer que mi talento y mi constancia me llevarán a oportunidades laborales que me llenarán de satisfacción. O, decido creer que puedo tener relaciones sanas de amor, respeto mutuo y admiración.
Escribe tu nueva creencia empoderante favorita en lugar donde la veas a diario, puede ser en tu espejo o en tu agenda. Al verla repetidamente, empezarás a creértela y ver cambios en tu manera de actuar.
Haz este proceso cuantas veces sea necesario. Esto es algo que te recomiendo que hagas constantemente, cada vez que te sorprendas creyendo algo que no te empodera o no soporta la vida que sueñas. Comparte tus nuevos aprendizajes con las personas que quieres y crees que les pueda ser útil.
Verás como el hacer conscientes tus creencias limitantes y trabajar en ellas va cambiando poco a poco tu percepción de ti misma y de lo que eres capaz, así como la forma en que afrontas los retos y oportunidades que llegan a tu vida.
Es un proceso que requiere tiempo y mucha paciencia, así que piensa que cada momento que le dediques a esto es un acto de amor propio y un paso que te lleva más cerca de convertirte en tu mejor versión.
RECUERDA que: ¡Estamos juntas en este camino! Espero que te hayan servido estos tips. Me encantaría leerte y que me cuentes qué es lo que más se te ha dificultado a la hora de cambiar tus creencias o qué parte del proceso te gustó más.
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